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El origen de la parrillada chilena se remonta a la historia culinaria del país, que mezcla las raíces indígenas y el aporte de los españoles. Con la llegada del ganado y la introducción de técnicas de marinado, la tradición del asado se fortaleció durante la colonia y se consolidó como una forma de celebrar festividades y reuniones sociales, evolucionando con influencias modernas y adaptándose a los gustos contemporáneos.
Se trata de una variedad de carnes (carne de vacuno, cerdo y cordero) asadas y servidas en un recipiente de hojalata, cuya parte inferior contiene brasas de carbón, las que proporcionan el calor permanente necesario. Este brasero se pone en la mesa donde la carne se sigue cociendo. Una buena parrillada se acompaña con papas y ensaladas.
Raíces Históricas
- Indígenas: Las comunidades originarias utilizaban técnicas de cocción al fuego para la carne, una base importante para la parrillada futura.
- Conquistadores Españoles: Introdujeron animales como el ganado, técnicas de marinado y elementos como el ajo y el charqui, que se integraron a la cocina local y la evolución de las prácticas de asado.
La Colonia y la Independencia
- Durante la época colonial, el asado se convirtió en una tradición culinaria arraigada.
- Tras la independencia, el asado se transformó en un símbolo de celebración y unión comunitaria para conmemorar eventos históricos.

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Evolución Moderna
- Patagonia: La región aportó su singularidad, con influencias como los corderos asados a la estaca.
- Influencia Francesa: A finales del siglo XIX, la influencia francesa marcó un hito, y las élites comenzaron a adoptar recetas y prácticas gastronómicas más sofisticadas, publicándose los primeros manuales de cocina.
- Actualidad: El asado sigue siendo fundamental en la vida chilena, presente en celebraciones familiares y eventos sociales. La diversidad de cortes de carne y las técnicas modernas continúan marcando su evolución, conectando con las tradiciones orales de la cultura popular.
¿Qué lleva una parrillada chilena?
Una parrillada chilena típica incluye una selección de carnes de vacuno (como lomito o sobrecostilla), cerdo (costillar, chuletas), pollo (trutros), embutidos (chorizos, prietas) y acompañamientos como papas, ensaladas y pebre. También pueden incluirse anticuchos, y la condimentación es sencilla, usando sal, orégano, ajo y aceite de oliva para realzar los sabores.
Carnes y embutidos
- Vacuno: Lomito liso, sobrecostilla o punta paleta son opciones populares por su sabor y buena relación calidad-precio.
- Cerdo: Costillar de cerdo y chuletas son cortes tradicionales y sabrosos.
- Pollo: Trutros o piezas de pollo para asar son comunes.
- Embutidos: Chorizos y/o longanizas son un clásico de la parrilla chilena, a veces acompañados de prietas o morcillas.

Condimentos y aderezos
- Sal y pimienta: Son los condimentos básicos para la mayoría de las carnes.
- Aceite de oliva, ajo y orégano: Se usan para marinar las carnes o crear adobos, especialmente para las chuletas de cerdo y el pollo.
Acompañamientos
- Papas: Cocidas, fritas o en alguna otra preparación, son un acompañamiento indispensable.
- Ensaladas: Una ensalada surtida, típicamente con lechuga, complementa la carne.
- Pebre: Una salsa chilena a base de tomate, cebolla, cilantro y ají, que se sirve al lado para dar un toque fresco a la carne.
Fuente: Visión general creada por IA en Google
