Por Arturo Montory G.
Ante el total desconocimiento de nuestras ricas tradiciones campestres en la CC que redacta una propuesta de una nueva Carta Fundamental o Constitución, la respuesta ha sido un maravilloso “movimiento huaso” sin precedentes, y aun así no nos escuchan o simplemente nos aíslan, pareciera que hubiésemos pertenecido a otro país, sin considerar los 500 años de formación y práctica, y que claramente nos identifica como nación.
¡Inaceptable!
Pero en respuesta, en esta época están en preparación los tres Clasificatorios y el Campeonato Nacional, que sin duda serán todo un éxito deportivo.
Además, emanado de la Comisión Patrimonio y Cultura, surgió el proyecto ahora ya convertido en realidad llamado “NORMAS REGLAMENTARIAS DE LA FEDERACIÓN DE RODEO CHILENO, PARA LA CALIFICACIÓN Y OTORGAMIENTO DEL TÍTULO DE ARREGLADOR MAESTRO DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA; RECONOCIMIENTOS HISTÓRICOS; Y CREACIÓN DE LA COMISIÓN DE ARREGLO Y BIENESTAR DEL CABALLO”.
Texto el cual se buscará sea reconocido por UNESCO para ser considerado como Patrimonio de la Humanidad.
O sea, Identidad.
Surge del mismo Reglamento la construcción de un Monolito en el recinto de la medialuna Monumental de Rancagua, lo que está en plena ejecución, y en él se reconocen nombres de próceres de tres siglos que nos legaron esta maravillosa tradición campera.
Se recuerda a criadores, arregladores y jinetes destacados en cada época. En esos nombres se resume toda nuestra historia.
Pero pensando en el futuro próximo surge la imperiosa necesidad de “educar” para que este legado continúe en las generaciones futuras.
Creo necesario dar nacimiento a una Estructura o Departamento dentro de la Federación, dedicada exclusivamente a este propósito con una gran presencia de mujeres huasas, y con el fin de transmitir a los “niños y jóvenes” esta faceta de la chilenidad, las tradiciones camperas.
Mostrar por algunos días lo nuestro es hermoso, pero lo que queda y perdura, es una labor educativa diaria y permanente en el tiempo.
Si no educamos nada avanzaremos.
No se trata de reglamentos técnicos, sino de Cultura Huasa, generalidades, y dentro de ellas las diversas manifestaciones como de artesanía, poesía, lectura, pictórica, de esculturas, gastronomía y por supuesto deportiva, pero ésta no como un fin.
Dentro de la Confederación del Rodeo Chileno, existen muchas personas con estas capacidades educativas y poseedores de amplia cultura, capaces de dar charlas, cursos, en otras palabras “enseñar”, pero esta organización debe quedar el mando de la identidad que más arriba menciono.
Quizás existen recursos estatales, para imprimir folletería y material de estudio para los niños en este sentido, pero bajo una dirección científica y profesional.
Sería una linda labor para huasas y huasos con vocación en este sentido y una labor que agradecerán las generaciones futuras.
Considérenlo bajo este punto de vista.
¿Quién más lo hará, si no lo hacemos nosotros?
¿Quién más tendrá interés en invertir en cultura campera?
¿Cuántas personas en Chile sabrán que el rodeo deportivo nace en 1860?…
¿Que el Registro o Stud Book de nuestro caballo de Pura Raza Chilena, él es tercero más antiguo del mundo?…
¿Que tenemos una raza caballar exclusiva del país?
De aquí en adelante “correr la vaca” será solo una parte de las tradiciones, hay que ir más lejos, EDUCAR.
Sin duda los aconteciendo de los últimos años nos llevan a una mirada de esta perspectiva.
Vean los links
https://www.caballoyrodeo.cl/portal_rodeo/site/artic/20131112/pags/20131112124832.html
https://www.caballoyrodeo.cl/portal_rodeo/site/artic/20130624/pags/20130624102905.html