El Pinguino
‘Muchos no saben que en la Tierra del Fuego chilena se pueden recorrer muchos kilómetros sin encontrar a nadie y en ellos es posible hallar la tranquilidad y desconexión que muchos anhelan. Esos son destinos que debemos diversificar’.
Una de las lecciones que debemos aprender de esta pandemia es que el turismo es una actividad muy preponderante para nuestra Región de Magallanes y Antártica Chilena. Con la reapertura de fronteras terrestres y el incremento de la actividad turística tras estas dificultades sanitarias, económicas y sociales, como región debemos potenciar nuevos destinos, diversificarlos. No podemos solo ser Torres del Paine o las pingüineras. Por eso es necesario que Tierra del Fuego se convierta a la brevedad en una alternativa. Hoy, gracias al trabajo del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) se puede avanzar desde Vicuña hasta el Lago Fagnano. Desde allí, un ramal de 12 kilómetros permite llegar a Caleta María, a orillas del Seno Almirantazgo.
El lado chileno de Tierra del Fuego recibía hasta antes de la pandemia 13 mil visitantes al año, cifra ínfima si se compara con la creciente actividad turística que tiene Ushuaia y en menor medida Río Grande. Los turistas que llegan a la zona más austral del mundo lo hacen con la idea de desconectarse, sin señal de teléfono celular ni Internet. Allí se puede disfrutar de bosques de lenga, ríos, lagos y manadas de guanacos que marcan la belleza de Timaukel. Pocos lo saben, pero hasta esos lugares llegan a practicar pesca deportiva extranjeros de los más diversos rincones del mundo, pero que no han podido masificar la recomendación por no poseer rutas adecuadas. También se pueden realizar excursiones al Seno Almirantazgo o la navegación en kayak.
Hasta antes de la pandemia esa comuna disponía de una capacidad cercana de 130 camas en ocho emprendimientos hoteleros, entre lodges, refugios y hosterías que están analizando la reapertura gradual, producto de algunos temores por mantenernos en la pandemia. Hasta el 2019 había una demanda incipiente que se concentra entre octubre y abril, meses fuertes en la actividad de la pesca deportiva. Por eso es una muy buena alternativa que se debe concretar y que ya los magallánicos debemos comenzar a recomendar por su tranquilidad y la naturaleza casi prístina.