Las bodegas más prestigiosas han recuperado la tracción animal en sus viñedos. No hablamos de épocas pasadas, esto es el presente y no es un mero capricho; los beneficios se traducen en una mejora sobresaliente de la calidad de los vinos y un respeto sin igual a la tierra.
Tractores, arados mecanizados, eran y son las herramientas que muchas bodegas utilizan a la hora de trabajar sus viñedos. Esto permite abaratar los costes de producción al conseguir una disminución de la mano de obra y mayor rapidez. La traducción es fácil, mayores beneficios y un trabajo menos laborioso.
Sin embargo, algunas bodegas que buscan la excelencia en sus vinos y un mayor respeto al medio ambiente, han desafiado a la tecnología y han vuelto a los orígenes recuperando aquellos métodos ancestrales que tanto han aportado y aportan a los viñedos.
En Descendientes J Palacios, tanto Ricardo Pérez Palacios como Álvaro Palacios, lo tienen muy claro a la hora de trabajar a través de la tracción animal. Cultivan por métodos biodinámicos, una disciplina que, según la bodega, “aúna lo orgánico y lo inmaterial en la búsqueda permanente de la definición y la pureza; un proceso en el que se conjugan el suelo y la planta, el trabajo de los hombres y el esfuerzo de los animales” y que les permite conseguir unos vinos frescos, fragantes, jugosos y llenos de vid.
En la bodega Kirios de Adrada apuestan fuerte por los animales de tiro ya que para ellos, forman parte inseparable del cultivo de la vid. “Utilizamos caballos, mulos y burros para labrar las tierras situadas en laderas o de difícil acceso, entre otros trabajos agrícolas. La tracción animal es sostenible y no perjudica al medio ambiente. Los animales de tiro no sólo producen abono, sino que transportan a las tierras el estiércol del ganado, lo que beneficia la fertilidad y la estructura de los suelos”
Maite Geijo (mentora de Maite Geijo Vinos) trabaja con la labranza tradicional “Los beneficios son múltiples, algunas ventajas de esta forma de laboreo consisten en cuestiones como por ejemplo, que el animal pesa mucho menos que un tractor, por lo que no se compacta nada el suelo y se oxigena más la tierra. Permite manejar el arado manual con mayor exactitud y no romper las viñas que están sin podar. Resaltar además, que esto va más allá, es un compromiso y un deber que tenemos con la tierra, es una manera de cuidarla y respetarla ella a cambio te proporciona gran frescura, definición y finura en los vinos”
Tanto Maite Geijo Vinos como Cható Gañán de Kike Prados & Silvia Marín, unos enamorados de la naturaleza, que rescatan viñedos “viejunos” (como los llaman ellos) en la zona de Cebreros, “Buscamos que los suelos estén llenos de microorganismos vivos. Suelos vivos igual a vinos vivos” y la tracción animal les proporciona eso. Recurren a los servicios de Carlos Geijo, que se dedica a la labranza del viñedo desde hace ya más de 20 años y pertenece a una asociación de labradores nómadas. Nadie como él nos puede hablar de la dedicación, el esfuerzo y los beneficios de estos métodos ancestrales.
Carlos ¿Qué bodegas son las que recurren a vuestro servicios?
Todas las bodegas con las que trabajo tienen algo especial, una chispa única. Lo ves de inmediato. Pasión por lo que hacen, respeto por el medio ambiente, amor por la tierra, lo que se traduce en amor a lo que tienen a su alrededor. Es muy reconfortable ver como aprecian tu trabajo, como se emocionan quedándose horas mirando la conexión entre hombre, animal y naturaleza. Luego entiendes el resultado de sus vinos, lo especiales que son. Siempre digo lo mismo, detrás de buenas personas, siempre hay grandes vinos.
¿Con qué beneficia el caballo a la tierra?
Los beneficios son innumerables.
El uso de animales va en consonancia con una forma de trabajo ecológica y sostenible. No metes ruido, no compactas con los pistones del tractor, consiguiendo que el suelo sea más esponjoso, reproduciendo más vida animal (insectos, gusanos…) por lo que las raíces de las cepas se desarrollan muchísimo mejor. También gracias al paso del animal conseguimos un abono natural.
No echas humo, evitas al máximo las emisiones de dióxido de carbono.
Nos permite llegar a viñas que muchas veces son totalmente inaccesibles para el tractor. Con el uso del tractor, vas con el arado detrás y con los caballos lo tienes delante. Así se puede ir viendo lo que vas haciendo. Se produce una notable reducción del daño a las plantas, nunca romperíamos una cepa, con el tractor existen mayores posibilidades.
¿Qué condiciones tiene que tener un buen caballo para desarrollar estas tareas?
Nosotros trabajamos exclusivamente con caballos de raza Hispanobretón y mulos. Lo ideal del animal de trabajo de tiro es que tenga una complexión fuerte y una buena grupa para su empuje. Nuestra influencia en la doma es fundamental, es verdad que hay caballos que en tres meses los tenemos trabajando y mulos que tardamos tres años en trabajar con ellos, pero una vez que empiezan su finura es sensacional.