Timbaleros en la Parada Militar:
Una tradición que viene del medioevo.

La Parada Militar de 1936 tuvo un toque musical. Siendo Presidente Arturo Alessandri Palma, -en su segundo gobierno-, el Ejército hizo gala del Timbalero del Regimiento Cazadores.

Ante la atónita mirada del “León de Tarapacá” y su ministro de Defensa, Emilio Bello, un oficial entró galopando a la elipse del Parque O’Higgins. El uniformado iba guiando a su corcel solo con los estribos, y al mismo tiempo, iba tocando dos grandes timbales, puestos en la montura del caballo, con unos mazos ejecutando los sones de la marcha que marcaba el paso de la Caballería.

La principal característica que tienen es la coordinación que deben tener con las riendas que van unidas a los estribos, así se les permite tener las manos libres para manipular los instrumentos.

El Nácaratímpano o timbal medieval, es un instrumento de percusión membranófono semiesférico, de la época medieval, que era usado en la antigua caballería. Usualmente se tocaba un par de nácaras con baquetas. El instrumento, proveniente de las regiones árabes y turcas, fue adoptado en Europa durante las Cruzadas tras el contacto con músicos sarracenos que tocaban los tambores. (https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A1cara)

Pese a lo llamativo que era, la participación del Timbalero se fue perdiendo y recién se retomó en la Parada de 1999 hasta hoy.

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