La misión del Criadero es promover el uso y vender mulares para cabalgatas en la cordillera
Generalmente los mulares han sido usados como animal de carga, pero ya es una tendencia deportiva mundial el “usarlas montadas”, por todas las buenas características como animal de montaña, pisada firme, agarre en rocas y terreno escabroso, cuando olfatea el peligro se para y no avanza, hasta solucionar el problema de parte de los arrieros y guías.
Avanza formando “recuas de mulas” esto es, que avanzan solas en fila una tras otra, por senderos de peligro, angostos, contra el cerro por un lado y el precipicio por el otro. Momentos donde su pisada y tranquilidad son fundamentales.
Para lograr esta hermosa finalidad el criadero trajo hace algunos años de Oklahoma E.E.U.U. el Burro inscrito llamado Oklahoma “Oky”, que es el padre de las mulas nacidas en el criadero, resultando sus crías especialmente de color alazán, bayo y mulato.
Las madres de las mulas son yeguas, de buenos orígenes funcionales, morfológicos y algunas de Tiro Ligero, también muy bien conformadas, lo que ha permitido obtener ejemplares mulares de gran calidad y disponibilidad al trabajo.
Poseedores de una memoria destacable, que en su vida activa los convierte en animales de gran ayuda en cargas, montadas, útiles para cabalgatas deportivas y servicios del campo.
Las diversas etapas de su desarrollo empiezan con la cruza de sus padres y posterior nacimiento en campo de Chimpe, Lebu ubicado contiguo al mar, alimentándose de mucho pasto verde en primavera y verano, y algo de pasto seco en fardos en épocas de mucho frio en que la pradera no crece.
A los dos años se comienza su amansa, arreglo de cascos y en general se. intensifican todos los cuidados veterinarios que ya traen de. nuevas.
En una tercera etapa vienen a la zona de Farellones, para adaptarse a la alta montaña, adiestramiento que dura muchos meses, primero cargadas y luego del visto bueno del arriero que las educa, se empiezan a ensillar y montar.
Largo proceso para obtener mulares de alta calidad, fortaleza, mansedumbre y que soporten tranquilas varios días de viaje por la cordillera.
Proceso largo y costoso pero gratificante cuando ya se vayan logrando los frutos esperados.