Reconocimiento oficial a la
Escuela Ecuestre Huasa

Por Arturo Montory G.

Tomás Celis en la Quinta Normal 1939

Ha sido incorporado con aprobación del Consejo General y Directorio en agosto del 2021, al Reglamento Oficial de la Federación Deportiva del Rodeo Chileno:

NORMAS REGLAMENTARIAS DE LA FEDERACIÓN DE RODEO CHILENO, PARA LA CALIFICACIÓN Y OTORGAMIENTO DEL TÍTULO DE ARREGLADOR MAESTRO DE LA ESCUELA ECUESTREHUASA; RECONOCIMIENTOS HISTÓRICOS; Y CREACIÓN DE LA COMISIÓN DE ARREGLO Y BIENESTAR DEL CABALLO”.

Estudio y desarrollo efectuado por la Comisión Patrimonio y Cultura de la Federación Deportiva del Rodeo Chileno, integrada por:

Presidente: -Hernán Bonilla Virgilio, Director Federación.

Miembros:  -Alberto Cardemil Herrera-criadero Santa Elba

                     -Luis Valentín Ferrada Valenzuela – criadero De Valenzuela

                     -Arturo Montory Gajardo-criadero Paicavi

                    – Gabriela Balmaceda Errazuriz-jinete Campeona de Chile de Movimiento a la Rienda.

NORMAS REGLAMENTARIAS DE LA FEDERACIÓN DE RODEO CHILENO, PARA LA CALIFICACIÓN Y OTORGAMIENTO DEL TÍTULO DE ARREGLADOR MAESTRO DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA; RECONOCIMIENTOS HISTÓRICOS; Y CREACIÓN DE LA COMISIÓN DE ARREGLO Y BIENESTAR DEL CABALLO.

  1.  
  2. CONSIDERACIONES HISTÓRICAS GENERALES

Una valiosa tradición cultural campesina chilena, desarrollada por cuatro siglos, transmitida en forma principalmente oral, produjo como resultado la formación de una escuela/1 ecuestre de arreglo /2 y monta huasa/4 del Caballo de Pura Raza Chilena. Es decir, una modalidad de crianza, amansa, doma, adiestramiento y conducción ecuestre, propia de nuestra Nación, adecuada a las múltiples funciones para las cuales el caballo fue, históricamente, empleado.

Esta Escuela Ecuestre Huasa singular, característica, discernible y en desarrollo hasta nuestros días, está indisolublemente unida al proceso de selección genética, morfológica y funcional del caballo del País, y ha influido decisivamente en la conformación racial del mismo, que lo distingue como el más antiguo y valioso de los caballos vaqueros de América.

Nuestra Escuela Ecuestre Huasa, y su forma específica de cría, amansa, doma, arreglo, monta y conducción, reconoce orígenes en las antiguas escuelas españolas, a la brida y especialmente a la jineta y, aún más remotamente, en las tradiciones europeas y árabes. Empero, introducidas las primeras en el territorio del Reino de Chile a mediados del siglo XVI, por los conquistadores hispanos,  iniciaron un curso de evolución gradual en el que intervinieron diversos factores: el nuevo medio geográfico y el proceso de adaptación de la especie al mismo; las numerosas y distintas necesidades  de sus pobladores de campo y ciudad, que determinaron sus diferentes funcionalidades; la psicología social condicionante de cada época histórica; y  la búsqueda del biotipo y morfología ideales para el mejor cumplimiento de los propósitos requeridos para el caballo, tanto en la guerra como en la  paz.

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/1 Escuela:  Es decir, a) un determinado conjunto de enseñanzas que se da y que se adquiere. b) Un conjunto de maestros y aprendices de esa misma enseñanza.  c) un método, estilo y gusto peculiar de cada maestro para enseñar. d) un cierto número de principios y sistemas de un conjunto de autores. e) Un conjunto de aprendices y seguidores de su arte y sus reglas, que se aplican gradualmente en forma práctica, a través del tiempo, ininterrumpidamente, obteniéndose unos mismos resultados formadores en la obra de arreglar los caballos; f) Una región o territorio que conserva, modela, y enriquece y evoluciona la experiencia adquirida transformándola en fuente de un conocimiento permanente.

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/2 El Uso del Concepto de “Arreglo” o “Arreglar”, posee las siguientes definiciones que concede la Real Academia de la Lengua Española: “Arreglo es la acción y efecto de arreglar (ajustar, ordenar, componer, concertar, o sujetar a regla). Sujetar a reglas, ajustar, conformar. Componer, ordenar, concertar”. En la acepción chilena, arreglador equivale a: arrendador, domador o adiestrador de caballos.

Si la nueva y disímil  realidad territorial de Chile obligó a la especie a un proceso de adaptación impuesto por las exigencias de un  medio natural que hasta entonces desconocía;  si  las circunstancias históricas impusieron al  caballo una enorme variedad de ocupaciones en vastos y variados quehaceres cotidianos, venciendo adversas condiciones de fuerzas y distancias; si el desierto, los valles, los ríos, la Cordillera de los Andes y de la Costa, la selva fría y los lomajes del Sur, los desiertos del Norte y las estepas de la Patagonia, obligaron a una evolución morfológica para el cumplimiento de sus distintos trabajos y la adecuación de sus andares por tierras diferentes, con nuevas alimentaciones y bajo diferentes climas; la sabiduría, el conocimiento, la información y la práctica, vivida y transmitida por muchas generaciones, se transformó en un conjunto de tradiciones y saberes ancestrales, cultivadas como valores,  que definieron los principales rasgos distintivos de una genuina escuela ecuestre chilena; en la que intervienen y se reconocen maestros y aprendices, reglas, conceptos, prácticas, usos y costumbres, objetivos, procesos, grados y fases sucesivas de educación;  para  caballos criados, amansados, domados, arreglados y conducidos en el trabajo silvoagropecuario, el uso bélico y policial, las diferentes destrezas y necesidades del trabajo campesino, la recreación y la competencia deportiva,  los que adquirido un sello característico, propio e identitario, como remonta de huasos y soldados.   

Es opinión común y general de los cronistas, naturalistas, viajeros ilustrados y artistas de los siglos XVII, XVIII y XIX, la extraordinaria calidad de los caballos chilenos, que, a partir del siglo XVI, debieron responder, también, a los requerimientos de formación de una actitud, carácter, temperamento, fortaleza y rusticidad y que corriese a la par con la de su jinete. Todos anotan, describiendo el carácter chileno, que criollos, aborígenes y mestizos, se hicieron tempranamente eximios criadores y jinetes, poseedores de una psicología, carácter y temperamento aguerrido, rústico, valiente y especialmente bien dotados para los ejercicios de la equitación/3.

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/3 Hernán Godoy Urzúa: La Cultura Chilena, E.U. 1982. El Carácter Chileno, E.U. 1984. Chile en el Ámbito de la Cultura Occidental, E.A.B. 1987. Universidad de Los Andes /El Mercurio: Chile en 4 momentos (1710,  1810, 1910, 2010). S. G. Quilicura 2010.

El pueblo chileno heredó por ambas sábanas rasgos distintivos de carácter y temperamento y, esta herencia, se transmitió al caballo que le ha acompañado durante cuatro siglos. Es a partir de 1740 cuando los naturalistas de las expediciones científicas del Siglo XVIII, empiezan a denominar Guaso o Huaso /4 al jinete campesino chileno típico; describiendo su idiosincrasia, su forma de ser característica, su cultura, sus usos, costumbres, indumentaria, avíos y aperos de montar característicos. La historia, los estudios científicos, la literatura, la poesía, la pintura, y la iconografía, y las diversas manifestaciones del folclore, de los Siglos XIX y XX, identificarán posteriormente al Huaso/4 como una figura de la vida humana prototípica de la nacionalidad chilena. 

El jinete huaso y su caballo, bajo una misma comprensión y entendimiento recíprocos, evolucionaron conjuntamente, hasta hacerse uno, al amparo de reglas, normas, conocimiento, experiencias de vida, información práctica, técnicas y sistemas que hicieron escuela propia que la tradición oral conserva como un auténtico patrimonio de la nacionalidad.  

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/4 Jorge Juan y Antonio de Ulloa: A Voyage to South América, D.& R. 1758; Relación Histórica del Viaje a la América Meridional en 1748, F.U.E. 1978. Charles Darwin: El Viaje del Beagle 1831, Labor 1983. Rafael Sagredo/ José J. González: La Expedición Malaspina a la Frontera Austral del Imperio Español en 1790, E.U .2004. Thaddaeus Preregrinus Haenke: Descripción del Reino de Chile en 1790, Nascimento 1942. Bonifacio del Carril: El Gaucho a Través de la Iconografía, E.M.C .1978. Pedro de Novo Y Carlson: Viaje Político Científico Alrededor del Mundo. Madrid 1985. Tomas Lago: El Huaso, Universitaria 1953. Alberto Cardemil: El Huaso Chileno, Andrés Bello 1999. Héctor Rodríguez: Manual del Huaso, EAS 2020. René León Echaíz: Interpretación Histórica del Huaso Chileno, Universitaria 1955. Eduard Larocque Tinker: Los Jinetes de las Américas, Kraft 1952. Rodolfo Lenz: Diccionario de Chilenismos, Cervantes 1875. Zorobabel Rodríguez: Etimológico de las Voces Chilenas, Cervantes 1904-1910. Manuel Antonio Román: Diccionario de Chilenismos, San José 1913.

En la historia de Chile ha influido decisivamente la insustituible interacción del jinete huaso y su caballo, y, de esta, un largo depósito de experiencias, traducidas en sabiduría y conocimiento; una forma especial de ser y hacerse jinete; una manera característica de montar y de conducir al montado; una modalidad original de criar, amansar, domar y arreglar el caballo, que constituyen las bases de una Escuela /3 Ecuestre Huasa única en América y el mundo. 

Según si el caballo fuese ocupado en el tiro liviano,  en el transporte, en los arreos, en los viajes y patrullas de largas distancias, o como animal de carga y arrastre, o en las actividades ganaderas y agrícolas, o en el uso militar, o en los juegos, torneos o diversiones caballerescas o populares o,  sencillamente,  en el trabajo cotidiano que incluía la labranza de tierra, la limpieza de campos vírgenes, las trillas de cereales, o la rodeada y aparta de vacunos, la escuela ecuestre chilena ofrecía sus propios modos y métodos de doma y arreglo, mayores o menores, para dar satisfacción a cada funcionalidad. Sin hacer excepción, incluso, el hecho de que una enorme cantidad de caballos nacionales se emplearon a un mismo tiempo en múltiples funciones diversas, sirviendo en todas ellas con igual buen desempeño, aspecto que les hizo célebres.

La evolución del conjunto de los elementos descritos; la influencia decisiva derivada de la interacción armónica entre el tipo de caballo ideal buscado, las funcionalidades o empleos diversos y el carácter y docilidad requerido para cada una de ellas; la velocidad y destreza física; la fuerza y los andares; la rápidas reacciones, evoluciones y movimientos; la sensibilidad y aptitud vaquera; y la selección morfológica y funcional, tanto en la guerra como en la paz, conformaron los pilares  de la Escuela Ecuestre Huasa  y su desarrollo hasta el día de hoy. 

Los conocimientos, saberes, prácticas, técnicas, sistemas, repeticiones y tradiciones de la Escuela Ecuestre Huasa se trasmitieron durante siglos en forma oral. Cruzaron como un recado del tiempo, de huaso en huaso, de maestro en alumno y muchas veces de padre a hijo, hasta alcanzar el presente. Los saberes se exhibieron, con todas sus virtudes, durante el largo periodo colonial;  sobrepasaron el difícil periodo  de nuestra  Independencia Nacional y en los conflictos bélicos que debió enfrentar el país en el exterior, etapas histórica fundacionales que, como varios autores lo sostienen, se hicieron enteramente de a caballo y, en cuyas páginas más célebres, han inscrito sus nombres criadores y jinetes como  lo fueron don Bernardo O’Higgins, don José Miguel Carrera, don Santiago Bueras, don Diego Portales, Don Manuel Bulnes o don Manuel Baquedano y muchos otros grandes chilenos, avanzando sin detenerse por los dos primeros siglos de nuestra República, a través de personalidades  como las de don José Manuel Balmaceda, don Federico Errázuriz Echaurren, don Carlos Ibáñez del Campo,  don Juan Antonio Ríos y otros muchos quienes,  a pesar de la industrialización y la incorporación de la máquina en las labores agrícolas y del transporte, fueron cultores activos de esta tradición, constituyendo de varias formas a su preservación.

Así llegó este saber propio de la cultura nacional hasta los presentes días manteniendo completa vigencia, realidad que se evidencia en nuestro caballo de pura raza chilena, en el tipo humano del jinete huaso y los deportes vaqueros del movimiento a la rienda, el rodeo y las faenas, destrezas y recreaciones camperas.

Consubstancial a esta escuela ha sido la creación, por evolución de siglos, de la enjalma o montura chilena, y los avíos, aperos e indumentaria de montar, igualmente propios y especiales, acomodadas al más eficaz y elegante desempeño del conjunto.

En efecto, la finísima y eficiente artesanía huasa en metal, madera, cuero, paño y textiles, ha dado origen a tipos característicos de ternos de riendas, cabezadas y chicoteras, jáquimas, bozalillos, lazos, maneas, tientos y aperos, frenos, frenas, rienderos y bocados especiales, estribos, espuelas, sombreros, bonetes, botas, botines de montar, chamantos, mantas y ponchos, con modelos y formas únicas y distinguidas en el ámbito internacional.

Un número importante de textos ha reconocido y destacado la evolución del caballo chileno, el huaso, su cultura, y la forma y rasgos nacionales característicos del manejo, monta y conducción del caballo /5 según la Escuela Ecuestre Huasa.

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/5 Uldaricio Prado: El Caballo Chileno. Santiago, 1914. Francisco Antonio Encina: Historia de Chile, Nascimento 1946; De las Diversas Familias que han Concurrido a la Formación del Caballo Chileno Moderno, Revista R.A.C. 2/7. Zorobabel Rodríguez: El Caballo Chileno, El Independiente 1882. Guillermo Subercaseux: El Caballo Chileno, Pacifico Magazíne 1913. Arturo Montory Gajardo: Historia del Rodeo Chileno, Ureta Matte 2015; Caballos Chilenos Quinientos Años de Historia. Lanalhue 1997; Reproductores de Pura Raza Chilena: Ed. Montory 2016; Grandes Caballos del Sur de América, Mario Garfias 2012. Luis Valentín Ferrada: El Caballo de Pura Raza Chilena, R.S.H.G. 2019-2020. Alberto Araya Gómez: El Caballo Chileno en el Siglo XX, Amenabar 1989. Alberto Marín Labiano: Frenos Filetes y Otras Cosas, Hemisferio Sur 2012. Claudio Gay: Agricultura Chilena, Icira 1974. Benjamín Vicuña Mackenna: Historia de Santiago, Nascimento 1926; Vida de don Diego Portales, E.del P. 1974. Justo P. Sáez: Equitación Gaucha en la Pampa y la Mesopotamia, Peuser 1959. Ángel Cabrera: Caballos de América, Sudamericana 1955. Vicente Perez Alarcón: El Gran Libro del Caballo Chileno, Dupla 2004. S.N.A: Caballo Chileno Patrimonio Vivo, Leyton/Gallego 2013. Federación del Rodeo Chileno: Chile Rodeo, Ograma 2017; The Chilean Rodeo, Kactus 2004. Miguel Letelier Espínola: Introducción al Stud Book de la Raza Chilena, Ilustración 1937; El Caballo Criollo Chileno R.A.C. 1946. Adolfo Luco Blanco: Estudio para el Estándar del Caballo Chileno, R.A.C. 1946. Eduardo Porte Fernández: El Estándar del Caballo Chileno, R.A.C. 1975; Introducción al Noveno Tomo del Stud Book, Nascimento 1984. Hernán Anguita Gajardo: Conjuntos Célebres de la Escuela Ecuestre Huasa, R.A.C. 1967; Algo Sobre Aperos Chilenos, R.A.C. 1963; El Sello de Raza del Caballo Chileno, R.A.C. 1964. Olegario Lazo Baeza: Servicios de Reproducción y Remonta Caballar, Zigzag 1915. Florentino Hernández Arangua: Crianza y Domesticación del Caballo, I.CH. 1915. Manuel Danneman: Artesanía Chilena, Gabriela Mistral 1975. Tomás Lago: Arte Popular Chileno, E.U. 1971. Camila Undurraga /Úrsula Bravo: El Estribo Chileno, O.D.D. 2016. M.L. Guzmán/Veronica Gajardo: Chamantos, Artesanía y Tradición del Campo Chileno, Media 2009; Germán Greve: El Caballo Chileno, Joya de nuestra tierra, R.A.C. 1978.

La Escuela Ecuestre Huasa y especialmente el oficio ecuestre de sus arregladores maestros, hace parte significativa del registro cultural campesino chileno, en cuanto deriva principalmente de los ejercicios bélicos, de las faenas rurales, del transporte, arreos de animales, viajes, juegos, torneos, deportes, ejercicios y destrezas tradicionales propias de nuestro mundo campesino, erigiéndose como un claro aporte al patrimonio cultural de la Nación.

Por evolución de las circunstancias históricas, el caballo que subsistió como el más representativo de la raza chilena, es el llamado corralero, vaquero, de vacas o corrales, el de movimiento a la rienda y el de trabajo de campo; y, a éstos se refiere principalmente el presente Reglamento, sin desmerecimiento de los demás tipos dentro de la raza con presencia actual, tales como el de enganche y cabalgata. En tal sentido la Escuela Ecuestre Huasa de hoy, está representada fundamentalmente por los cultores del arte del adiestramiento o arreglo del caballo al modo nacional y tradicional chileno, que integra la sabiduría de los Maestros antiguos, de los actuales y de los que vendrán.

La Escuela Ecuestre Huasa, ha sido fundamental en la preservación de la evolución histórica y selección del caballo chileno, declarado oficialmente como Monumento del Patrimonio Natural y Cultural de Chile /6; y por ende constituye un aporte al bienestar animal, a la mantención de la calidad de la vida humana en los ámbitos del trabajo, la recreación y el deporte, especialmente en sus manifestaciones actuales, y constituye un valor cultural en sí misma.

/6 Decreto Supremo Número 17, de los Ministerios de Relaciones Exteriores, Cultura y Agricultura, de fecha 29 de marzo del 2011.  

  1. SABERES Y VALORES DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA, SOBRE EL MANEJO, AMANSA, DOMA, ARREGLO, MONTA, CONDUCCIÓN Y BIENESTAR DEL CABALLO CHILENO.

La Escuela Ecuestre Huasa se ciñe a un conjunto de principios, prácticas, sistemas y normas características para la cría, amansa, doma, arreglo, monta y conducción del caballo chileno, atendiendo a su especial morfología y condiciones de funcionalidad, a través de las cuales se busca su progresivo perfeccionamiento y maestría para el buen cumplimiento de finalidades predeterminadas.

Como toda escuela de conocimientos, se funda en conceptos, principios y valores, persiguiendo objetivo, fines y propósitos definidos, constituyendo así una fuente de conocimientos y de enseñanzas que se transmiten con la finalidad de obtener, como resultado, el más alto grado de desempeño tanto del caballo chileno como de su jinete huaso.

Lo anterior presupone un proceso de aprendizaje sistemático, regulado, técnico y paulatino, que importa la formación y preparación progresiva tanto del caballo como de su jinete.  En dicho proceso se distinguen distintas fases, etapas o ciclos que se desarrollan conforme a la edad de formación del caballo y sus progresos. Cada fase corresponde a un proceso gradual de adiestramiento, y no se pasa de la una a la otra sin encontrarse aceptablemente culminada la anterior. Se trata de un proceso relativamente largo, medido generalmente en semestres y años ejecutado con calma, lo que demanda a los Maestros una gran paciencia en la enseñanza de los diferentes ejercicios, subrayada por el hecho de que el Caballo de Pura Raza Chilena presenta un desarrollo relativamente tardío, compensado por su servicio hasta la vejez. La Escuela considera que, en general, un caballo solo puede considerarse maduro a partir del sexto o séptimo año de edad para estar en condiciones de ser exigido en toda su potencialidad práctica; así como entiende que no resulta aconsejable ensillarlos antes de cumplir los tres años.

En general la Escuela Ecuestre Huasa, distingue las siguientes fases o etapas en el manejo del Caballo de Pura Raza Chilena, que abarca, en el vocabulario campero, desde que la yegua lo pare hasta que se considera hecho.

La primera fase es la crianza, formación y amansa del caballo de abajo, en un medio de mansedumbre, esto es, sin que el jinete intente todavía montarlo; En la amansa o doma de abajo, el potrillo y la potranca se dejan acariciar, limpiar, sobar, tuzar, arreglar las uñas, la cola y el moño, pillar, enjaquimar, medicinar y desparasitar sin oponer resistencia, siendo conducido con facilidad del potrero al corral o las pesebreras. Y ser cuerdeado a ambas manos, aprendiendo a tomar los tres aires naturales, de paso, trote y galope, con sus patas y manos a media uña.  El joven caballo pierde  de este modo el miedo instintivo al hombre / 7, y se le considerará manso de cabestro.

Muchos arregladores inician esta preparación tempranamente, con el joven potrillo al pie de su madre, lo que facilita su adecuación posterior si se observa en ello un gran cuidado y debe concluir cuando el caballo haya cumplido tres años de edad.

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/7 Distintos hipólogos han estudiado el fenómeno instintivo del miedo natural que experimenta el caballo frente al ser humano antes de ser domesticado, concluyendo que éste encuentra su origen natural en la circunstancia de que siendo el ser humano un omnívoro y la especie caballar herbívora, el temor emana de una información genética ancestral que mueve a los de la última especie a desconfiar de toda clase de “carnívoros” u “omnívoros” a los que advierte como potenciales enemigos naturales. Es el temor a perder la vida frente a los actos de depredación. El caballo, como otras especies herbívoras, sabe por información genética que es potencial alimento de las especies carnívoras, de donde se concluye que debe tenerse por un acto de gran fidelidad y confianza aquello que el caballo deposita en el hombre.

Lasegunda fase está constituida por una operación mucho más delicada y trascendente que la primera: la amansa de arriba o doma propiamente tal, esto es, cuando el caballo termina aceptando sin sobresaltos que su jinete lo monte y lo conduzca en direcciones determinadas. Esta fase exige gran paciencia y cuidado al intervenir la cabeza y aun la boca del caballo y evitar los castigos y tironeos, todo ello con la finalidad de ganar la confianza del caballo en su primer jinete. De una doma mal hecha, brutal o impaciente, se sucederán siempre graves defectos y vicios en el carácter del caballo amansado, que difícilmente olvidará en lo sucesivo. El caballo chileno está dotado de una extraordinaria   memoria y sensibilidad, siendo ella uno de sus principales caracteres adquiridos, lo que facilita el aprendizaje, pero lo hace perseverante en las mañas cogidas en su primera juventud.

Se considera que, con periodos de intervalo o descanso, el período de doma se extiende a lo menos durante el período de doce o dieciocho meses, que éste no debe iniciarse antes de los tres años, ni prolongarse más allá de los cuatro años y medio de edad.

La fase de doma o amansa de arriba concluye con un caballo enteramente manso, sin ni resabios, en condiciones de ser montado por cualquier jinete distinto del amansador, obediente a la rienda en sus andares, pudiendo montarlo y desmontarlo con tranquilidad. Es decir, manso de montura o abriendo y cerrando puertas.

La tercera fase corresponde a la del inicio del arreglo propiamente tal, es decir la monta y conducción del caballo tomado de su boca, de tal modo que siga la rienda, saque las manos, ponga las patas, vuelva a las dos manos y retroceda. Esta etapa es la del comienzo de su formación, de acuerdo a las reglas, que le llevarán a cumplir con la mayor perfección o capacidad posible los movimientos, aires y evoluciones requeridas para ejecutar los ejercicios y pruebas que constituyen su enseñanza, preparación y destreza.

En esta tercera fase se distingue también un curso progresivo de enseñanzas, que van de menores a mayores exigencias, siendo la fundamental de todas ellas la que se refiere al inicio de su correcta embocadura, es decir: comenzar el proceso de hacer la boca.

Para esta Escuela nada hay más importante en la educación del caballo que el cuidado y arreglo de la boca y, así, se habla desde antiguo como sinónimo de un buen caballo el de ser bien arreglado a la boca. El arreglo de la boca supone un largo proceso que, generalizadamente, comienza en esta fase, con el uso de una embocadura flexible de cuero, género, lana u otro material semejante a la que se denomina guatana, siendo admitidos también los rienderos flexibles, articulados y livianos, generalmente forrados con material blando, de cuero o tela.

La cuarta fase, que forma también parte del arreglo, está constituida por el aprendizaje del caballo de todos los ejercicios del movimiento a la rienda chilena. En efecto el caballo, debidamente reunido debe mostrar sus andares, marcha, trote y galope regulares, troyar, hacer el ocho, entrar las patas y ejecutar el volapié y la vuelta sobre parado, retroceder y permitir montar y desmontar con mansedumbre y naturalidad.

Todos los maestros insisten que aprender a escaramucear/8 es fundamental para un caballo bien arreglado, ya sea para los que se especialicen en esta disciplina, como para los que se dediquen al rodeo y la corrida de vacas, como para el trabajo de campo, recreación y otras destrezas camperas.

La quinta fase, fundamental en el arreglo,está constituida por el enfrenado propiamente tal, es decir cuando el caballo aprende al uso del freno, frena, o bocado de metal adecuando a la boca o embocadura; y es norma que cada caballo demanda una embocadura especialmente preparada para él. Los Maestros suelen disponer en sus cuartos de monturas y cajas de aperos, de muchos tipos de frenos, frenas y rienderos diferentes, muchos de ellos mandados a fabricar especialmente para la boca de un caballo determinado.

Las labores y exteriores de frenos con pontezuelo y frenas sin tal puente, pueden tener distintos adornos y disposiciones de tiros a las riendas, pero las diferencias se encuentran en el interior de los muesos y su ancho y largo. Para que el caballo tome el freno de metal se ocupa un largo tiempo, en el cual se lo enfrena pillado, en calma y sin montar, generalmente colgado desde una cierta altura con el objeto de que mantenga la cabeza en su posición natural y tasque la embocadura a su voluntad. Una boca babosa o espumosa es signo de un caballo de buena boca, es decir, dócil a la rienda o blando de boca.

En el arreglo de la boca del caballo – etapa que es de la mayor trascendencia en el arreglo huaso chileno – puede encontrarse una de las diferencias más importantes con otras escuelas ecuestres o de equitación que usan frenos comunes o estándares para todos los caballos por igual, principalmente el llamado filete.

La sexta fase, prolongación del arreglo,            está conformada por el trabajo del caballo con ganado en el picadero y a todo campo, es decir su trabajo de topeo con el animal vacuno, al que conduce, vuelve, arrastra, lleva o detiene con sus pechos en un conjunto de acciones singulares y acollerado con el arreador.

En esta etapa el caballo puede demostrar, también, su funcionalidad plena para el trabajo en las labores silvoagropecuaria incluida las muy tradicionales del arreo, la aparta y las faenas de enlazar y apehualar, demostrando toda su aptitud vaquera. Desde este punto puede partir también su especialización para las competencias del rodeo y la rienda, mostrando, en su cómoda conducción, que está con su boca hecha.

 La séptima fase, que significará la culminación del arreglo,se inicia con el trabajo vaquero en la medialuna, perfeccionando la postura y la nitidez en las atajadas y se completa en las competencias de rodeo y rienda cuyos ejercicios y destrezas clásicos se encuentran estatuidos con precisión, tanto en el Reglamento de Corridas de Vacas, como en el Reglamento de Movimiento a la Rienda, de la Federación Deportiva Nacional del Rodeo Chileno, a efecto de calificar la perfección con que se ejecutan las diferentes pruebas o exámenes que les son exigidos.

Se considerará arreglador al jinete que ha participado en todas o, a lo menos, de manera decisiva en la mayoría de las fases tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima ya descritas, de modo tal, que haya sacado o hecho uno o más caballos; y maestro, al arreglador que en su trayectoria haya marcado un sello o impronta definida, permanente y continua en un número importante de los caballos que han estado bajo su mano y educación, y ha sacado o hecho, a lo largo de una trayectoria reconocida.

La perfección de un Maestro de la Escuela Ecuestre Huasa se aprecia cuando compite o hace competir en sus disciplinas deportivas un caballo maestro, es decir completo, arreglado, eficiente, cómodo, elegante, atento y sereno ante la exigencia del jinete. En el vocabulario huaso un caballo maestro será el que evidencia, expone y luce con: docilidad, mansedumbre, buena boca, buen temperamento; mostrándose reunido, desprendido, encachado, apañado, atinado, liviano de sangre, puesto en las patas, atajador, liviano de manos, y de buenas vueltas.   

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/8 Según el Diccionario RAE, esta antigua voz española, conservada en el campo chileno; “Escaramuzar” significa: “Dicho de un Caballo, revolverlo de un lado y otro como en la Escaramuza”.

  1. PUESTA EN VALOR, Y PROMOCIÓN DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA Y CONVENIENCIA DE LA CREACIÓN DE UNA COMISIÓN PERMANENTE DE ARREGLO Y BIENESTAR DEL CABALLO.

Según se ha expresado, los saberes campesinos que esta Escuela posee, atendida su antigüedad, su naturaleza, su origen, sus fines y su conocimientos y prácticas sistemáticas, tienen por fuente principal el conocimiento oral transmitido a través de generaciones bajo las formas de un auténtico y valioso legado. Es imperativo formalizar y codificar este patrimonio cultural, con el objeto de que dichas normas y reglas, reconocidas y reguladas en sus aspectos generales, puedan ser mejor conocidas, más ampliamente divulgadas, fomentadas y enseñadas a través de medios que permitan poner en valor, al presente y en el futuro, la considerable riqueza que en ellas se contiene. 

La necesidad impostergable de proceder en el sentido indicado se hace aún más exigible al observar que esta Escuela y sus disciplinas se expresan en la tradición oral con un vocabulario o lenguaje propio, integrado por palabras, conceptos y definiciones, muchos de ellos conservados desde un lejano pasado, que no siempre son de fácil comprensión general.

Por estas razones, La Federación del Rodeo Chileno considera como un deber primordial, el poner valor la antigua existencia de la Escuela Ecuestre Huasa y sus disciplinas, a través de la sistematización conceptual de sus conocimientos, aplicaciones, experiencias y valores.

Las consideraciones anteriores hacen aconsejable y necesaria la creación de una comisión especial de arreglo y bienestar del caballo que vaya concretando la tarea de fomento, formalización, sistematización, codificación y difusión de las buenas prácticas de la Escuela Ecuestre Huasa.

Es importante tener presente además que para el desarrollo y perfeccionamiento de la Escuela Ecuestre Huasa, han constituido  hitos de importancia histórica:  a) el proceso de selección genética y morfológica del caballo chileno, fundamentado en la organización del Registro Genealógico del Caballo de Raza Chilena de 1893, llevado por la SNA.,  fundada en 1838, por la SOFO, la SAGO, la OGAMA y la ASOGAMA; b) la primera Legislación Nacional de 1929, relativa al establecimiento de la Dirección de Fomento Equino y Remonta, y el primer Reglamento de Rodeos Oficiales, así como la Legislación Nacional de 1945, 1977 y 1978 sobre Registros Genealógicos;  c) la encomiable  labor apoyada  desde 1946 por la Asociación de Criadores de Caballares Chilenos ; d)  la posterior constitución de la Federación del Rodeo Chileno, en 1962, y de sus Asociaciones Regionales con presencia y participación en todo el territorio nacional, y, la dictación de su Reglamento de Corrida de Vacas y Reglamento de Movimiento a la Rienda, e) la posterior constitución de la Federación de Criadores de Caballos de Pura Raza Chilena y sus instituciones provinciales a lo largo del país.  

Cabe destacar, los escritos y textos de importantes cultores y aficionados de esta Escuela a quienes se deben aportes y contribuciones de gran mérito y valor en el tiempo /9 para la sistematización de las normas y principios de la Escuela Ecuestre Huasa.

En el mismo sentido corresponde exaltar la importancia que ha tenido en el curso histórico de la Escuela Ecuestre Huasa, la circunstancia de que el caballo de pura raza chilena, Monumento del Patrimonio Cultural y Natural de Chile, haya dado lugar al reconocimiento de la Raza Caballar Chilena por la Organización FAO de Naciones Unidas, Roma, Italia, el año 2012.

Por último, debe tenerse en especial consideración que la Escuela Ecuestre Huasa es una expresión vívida de la cultura campesina chilena y que, como tal, debe ser protegida y conservada por todos los medios, de conformidad a la legislación internacional suscrita y ratificada por el Estado de Chile, denominada “Derechos Humanos y Culturales de los Campesinos”, aprobada a nivel universal por la Asamblea General de Naciones Unidas del año 2018. 

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/9 Uldaricio Prado: El Caballo Chileno, Estudio Zootécnico Histórico Hípico, Santiago 1914. José Tagle Ruiz:  Arreglo del Caballo a la Chilena, R.A.C 1971. Eduardo Porte Fernández: Cría, Doma y Arreglo del Caballo a la Chilena, Universitaria 1979. Edmundo Moller Bordeu: Principios Generales de Amansa y Doma, R.A.C 1960-1968. Ricardo Ibáñez Letelier:  Algo sobre Adiestramiento o Arreglo del Caballo a la Chilena, R.A.C 1984. Ramón Cardemil Moraga: Trabajando de a Caballo, R.A.C 2000. Vicente Pérez Alarcón: Arregladores, ZEAS 2020.

  1. RECONOCIMIENTO HISTÓRICO A LOS ARREGLADORES MAESTROS, JINETES Y CRIADORES, QUE FUNDARON, CONSOLIDARON Y PROYECTARON, DE MODO EXIMIO, LA ESCUELA ECUESTRE HUASA.

La Federación de Rodeo Chileno, considera un deber rendir, con ocasión de este acuerdo, un homenaje y reconocimiento histórico, a la obra nuestros grandes, ya fallecidos, que dejaron un riquísimo legado de sabiduría, conocimiento, cultura, amor por el caballo y las tradiciones acampadas, permitiendo, mediante su eximio oficio ecuestre, la fundación, consolidación y proyección de la Escuela Ecuestre Huasa hasta el presente.

Muchos de ellos fueron maestros arregladores; o jinetes huasos de alta connotación; o criadores, en grado eminente. Todos gestores de los saberes, aportes, valores y tradiciones propios de la Escuela Ecuestre Huasa. Se consignan aquí sus nombres y trabajos que abarcan dos siglos de nuestra historia.

Santiago Valenzuela Moraga. Criador entre 1780-1820; Pedro “El Manco” Cuevas Guzmán. Arreglador, Criador y jinete entre 1790-1850.

Ramón Toro Zambrano. Criador, 1830; Santiago Toro Zambrano. Criador 1840; Patricio Larraín G. Criador, 1850; Juan Agustín Alcalde B. Criador, 1850; Manuel María Figueroa. Criador, 1858; Ignacio Díaz de Valdés. Criador, 1860; Juan Nepomuceno Iñiguez. Criador, 1870; Samuel Lecaros. Criador, 1870; Belisario Espínola. Criador, 1880; José Letelier S. Criador, 1880; Adelaida Correa de Ovalle. Criadora, 1860; Juana Ross de Edwards. Criadora, 1870; Gaspar Matus. Arreglador, 1880; Ignacio Fuenzalida S. Arreglador, 1861; Ambrosio García Huidobro.      Criador, 1865; Alejandro García Huidobro. Criador, 1870; Rafael Martínez. Criador, 1880; Casimiro Bello. Arreglador, 1862; Diego Tamayo. Arreglador, 1862; Liborio Larraín L. Criador, jinete, 1890; Alberto Correa V. Criador, 1890; Adolfo Cornejo. Jinete, 1880; José “Ño” Izurieta. Arreglador, 1880; Evangelista Bustamante. Arreglador, 1880; Vicente García Huidobro. Criador, 1870; Eusebio “Ñato” Quintero. Arreglador, 1880; Diego Vial G. Criador, 1893; Arturo Cousiño G. Criador, 1890; Miguel Campino L. Criador, 1880; Uldaricio Prado. Criador, 1895; Guillermo Aguirre L. Criador, 1880; Nataniel Cox. Criador, 1894; Francisco Echenique G. Criador, 1880. Raimundo Valdés C. 1890 – 1893.

José María Hurtado L. Criador, 1905; Alberto Parot S. Criador, 1900; Egidio Urbina. Arreglador, 1900; Miguel Cuevas. Criador, 1900; Félix Riquelme. Arreglador, 1910; Francisco Tamayo. Arreglador, 1910; Arturo Banphylde. Criador, 1915; Rómulo Gallardo. Arreglador, 1920; José Omar Santapao.  Criador, 1925; Roberto Zapata. Arreglador, 1900; Luis Celis. Arreglador, 1910; Joaquín Rodríguez. Criador, 1910; Dionisio Díaz. Arreglador, 1920; José Tomas Cerda. Criador, 1920; Francisco Antonio Encina.  Criador, 1930; Darío Pavéz G. Criador, 1920; Evaristo Urrutia. Criador, 1930; Luis “Huaso” Torrealba. Criador, 1915; Nicolás Tobar. Arreglador, 1920; Juan Luis Martínez. Arreglador, 1920; Tomás “Don Chuma” Celis. Arreglador, jinete, 1915-1945; Miguel Letelier E. Criador, 1920 -1960; Luis de la Maza. Criador, 1911; Tobías Labbé T. Criador, 1920; Lorenzo de la Maza. Criador, 1914; Benjamín Aguilera. Arreglador, 1920; Celedonio “El Cheuto” Verdugo. Arreglador, jinete, 1910 – 1930; Pío Tamayo. Arreglador, 1920 – 1940; Ignacio Astaburuaga. Arreglador, 1920; Alterio Gatica. Arreglador, 1920; Alberto Ibarra. Arreglador, 1920; Ricardo Salas. Arreglador, 1915; Alamiro González.  Arreglador, 1915; Manuel Lobos. Arreglador, 1915; Juan Adolfo González. Arreglador, 1915; Juan Agustín Salinas. Arreglador, 1915; Manuel Marchant. Arreglador, 1915; Jesús “Don Jecho” Bustamante. Arreglador, 1930 – 1960; Joaquín Tobar. Arreglador, 1920; Ernesto Lavín. Criador, 1910; Adolfo “El Viejo” Luco B. Criador, arreglador, jinete, 1915; Leonidas Peñaloza. Arreglador, 1920; Gregorio “Goyo” Morales. Arreglador, jinete, 1920; Vicente “Don Vicho” Jorquera. Arreglador, jinete, 1930; Rosamel Romero. Arreglador, jinete, 1930; Electo Hernández. Arreglador, 1930; José “Pepe” Zavala. Arreglador, jinete, 1925; Efraín Donoso. Arreglador, 1925; Carlos Allende N. Criador, 1930; Benjamín Henríquez. Arreglador, 1930; Tirso Rodríguez. Criador, 1930; Eliseo Sepúlveda. Arreglador, 1930; Segundo Molina. Arreglador, 1930; Luis Osorio. Arreglador, 1940; Zacarías Moreno. Criador, 1920; Rafael Gómez P. Criador, 1920; Edmundo “Don Momo” Moller. Criador, jinete, arreglador, 1930; Emilio Fuentes. Arreglador, jinete, 1930; Segundo Araya. Arreglador, jinete, 1935 – 1955; Luis Marmolejo. Arreglador, jinete, 1920; José Zapata. Arreglador, jinete, 1930; Gil Letelier V. Jinete, arreglador, criador, 1915; Ramiro Rey. Arreglador, jinete, 1920 – 1940; Gastón Etchepare. Criador, 1935; Manuel Cerna. Arreglador, jinete, 1920; Cesar Rozas U. Criador, 1920; Manuel Gatica. Arreglador, jinete, 1930; Alejo Rubio C. Criador, jinete, 1930; Agenor González. Criador, 1930; José Gatica. Arreglador, 1930; Antonio “Don Tuco” Torrealba. Criador, jinete, 1930; Carlos Rojas. Arreglador, jinete, 1920; Cupertino Cubillos. Criador, 1930; Leonidas Rosende. Arreglador, jinete, 1930; Ignacio Ruz. Arreglador, jinete, 1925; José Alfredo Duhalde. Criador, 1910; Pedro Juan Espinoza del V. Arreglador, criador, jinete, 1920 – 1950; Atiliano Urrutia. Arreglador, criador, jinete, 1920; Arturo Ríos. Arreglador, jinete, 1930; Rodolfo Urbina. Arreglador, jinete, 1930; Manuel Faundez. Arreglador, jinete, 1930; Filomeno Valenzuela. Arreglador, 1930; Segundo Suarez. Arreglador, 1930. Calixto Vilches P. Arreglador, jinete, 1930; Bernabé Ruiz. Arreglador, jinete, 1930; Jovino lderrama. Arreglador, jinete, 1940; Marcos Caro. Arreglador, 1940; Ricardo Quiroga. Criador, 1940; Ramón Aguilera. Arreglador, 1940; Humberto Zúñiga. Jinete, 1939; Manuel Ruz. Arreglador, 1940; Ernesto “Don Tato” Cuevas. Criador, jinete, 1940; Belisario Ramírez. Arreglador, 1940; Carmelo Fernández. Arreglador, 1935; Exequiel Varela. Arreglador, 1930; Teodosio Torres. Arreglador, jinete, 1940; Cecilio Adasme. Arreglador, 1935; Alberto “Don Tito” Echenique. Criador, 1940; Estanislao “Don Lito” Anguita. Criador, 1930 – 1960; Guillermo “Don Memo” Aguirre. Criador, 1945; Remigio Cortes N. Arreglador, jinete, 1940 – 1970; Pedro Pablo Grez. Arreglador, jinete, 1940; Orlando López. Arreglador, jinete, 1940; Segundo “El Negro” Zúñiga. Jinete, arreglador, 1930 – 1960; José Francisco Correa M. Criador, 1940; Julio Rivas. Arreglador, jinete, 1940; Manuel Yáñez. Arreglador, jinete, 1940; Luis Concha. Arreglador, 1940; Luis Ubilla. Arreglador, 1945; Tránsito Segundo Guerra. Arreglador, jinete, 1945; Julio de la Fuente. Arreglador, jinete, 1930 – 1945; Waldo Rodríguez. Arreglador, jinete, 1940; Juan Canales. Arreglador, 1940; Baltazar Puig B. Criador, 1940; Ricardo “Don Rica” de la Fuente. Criador, jinete, 1940; Alberto Araya G. Criador, 1940; Belarmino Ormeño G. Criador, 1940; Manuel Bunster C. Criador, 1940; Eleazar Quiroz. Arreglador, jinete, 1940; Guillermo Ibarra. Arreglador, jinete, 1945; Arturo Stolzembach. Criador, 1940; Luis Alberto “Nano” Ramírez. Arreglador, jinete, 1940; Guillermo Martínez.  Arreglador, jinete, 1945; Mamerto Cepeda. Criador, jinete, 1940; Guillermo Cardemil M. Criador, 1945; Belisario Molina. Arreglador, jinete, 1940; Darío Pavez R. Criador, 1940 – 1960; Natalio Roco. Jinete, 1940; José “Pepe” Gutiérrez. Arreglador, jinete, 1945; Julio Santos. Jinete, 1945; Eliseo Calderón.  Arreglador, jinete, 1940; Pedro Cueto. Arreglador, jinete, 1940; Juvenal Moreno B. Criador, 1940; Máximo Pino. Arreglador, jinete, 1945; René Urzúa.  Jinete, Arreglador 1945; Santiago “Chagua” Soto. Arreglador, jinete, 1945; Baudilio Donoso. Arreglador, 1945; Alberto Marmolejo. Arreglador, jinete, 1945; Alamiro González. Arreglador, 1945; Pedro Lorca.  Arreglador, jinete, 1945.

Fernando “Don Feña” Hurtado. Criador, 1950; Alfonso Buschmann. Criador, 1950; Santiago “Don Chanca” Urrutia B. Arreglador, criador, jinete, 1955 – 1975; Fresnedo Calderón. Arreglador, jinete, 1950; Manuel Bustamante. Arreglador, jinete, 1950; Pedro “Gato” Bello. Jinete, 1950; Edmundo Piel. Criador, 1950; Bartolo Bustamante.  Arreglador, jinete, 1950; Ramón “Don Ramo” Cardemil M. Jinete, criador, arreglador, 1955-1990; Fernando “Nano” Barra. Arreglador, jinete, 1950; Fernando Yáñez. Arreglador, jinete, 1955; Pedro Bartolomé. Criador, 1950; Mario Molina. Arreglador, jinete, 1950; Bertoldo Hofmann. Criador, 1950; Alberto Montt M. Criador, jinete, 1950; Arturo Ibarra. Arreglador jinete, 1950; Arturo Rebolledo. Arreglador, 1950; Javier López. Arreglador, jinete, 1950; Gonzalo Pérez Ll. Criador, 1950; Eduardo Siebert. Criador, 1956; Jorge Lasserre. Criador, 1965; Hernán Cardemil M. Arreglador, jinete, 1975; Abelino Mora. Jinete, 1955; Agustín Edwards E. Criador, 1980; Demetrio “Don Tito” Villegas. Arreglador, jinete, 1960; Héctor Varela. Criador, 1960; Ruben González. Jinete, Criador, 1960; Juan Luis Urrutia P. Criador, 1960; Carlos Zavala. Arreglador, jinete 1955; Alberto Schwalm. Criador, 1970; Hugo Cardemil. Jinete, 1990; Alejandro Hott. Criador, jinete, 1955; Luis Hernán Montes M. Criador, 1960; Archibald Peede. Criador, 1980; Emilio “Milo” Lafontaine. Criador, 1965; Hernán “Nancho”Anguita. Criador, 1970; Ángel Caballero. Criador, 1965; Aliro Pérez. Arreglador, jinete, 1960; Aliro Zamorano. Arreglador, jinete, 1980; Arcadio Barría. Criador, 1970; Calixto Vilches R. Arreglador, jinete, 1970; Leonardo García S. Criador, 1975; Carlos Miranda. Arreglador, jinete, 1965; Carlos Munita. Arreglador, 1980; César Moraga. Arreglador, jinete, 1970; Ernesto Loayza V. Arreglador, jinete, 1975; Juan Flores. Arreglador, 1970; José Manuel “Manolo” Canales. Arreglador, jinete, 1970; Evaristo Acevedo. Arreglador, 1960; Guillermo Donoso. Arreglador, jinete, 1970; Guillermo Gómez. Arreglador, 1960; Gustavo “Don Pirula” Donoso. Criador, 1970; Hernán “Don Chivo” Trivelli. Criador,1960; Héctor “Café” Palma, Arreglador, 1970; Hermógenes Urbina. Arreglador, 1955; Hilario “Tito” Martínez.  Arreglador, jinete, 1965; Javier Berrios. Arreglador, 1955; Luis “Luchin” Domínguez M. Jinete, 1980; José “Pepe” Larenas. Arreglador, jinete, 1955. Miguel Penroz. Arreglador, 1955; José Manuel “Mañungo” Pozo M. Criador, 1970; Jesús “Jecho” Yáñez. Arreglador, jinete, 1965; Pedro Juan “Pahuacho” Espinoza. Arreglador, jinete, 1955; Pedro Molina. Arreglador, jinete, 1950; Pedro Navia. Arreglador, jinete, 1950; Pio Ledezma. Arreglador, 1955; Osvaldo Azúa. Arreglador, jinete, 1955; Ramón Álvarez. Arreglador, jinete, 1955; Raúl Rey. Arreglador, jinete, 1965; Ramón Espinoza. Arreglador, 1970; Ramón González. Criador, jinete, 1970; Pedro Vergara N. Jinete, 1970; Raúl Cáceres. Arreglador, jinete, 1970; Rene Mosqueira. Arreglador, jinete, 1970; Ricardo “Don Lete “Letelier. Arreglador, jinete, 1960; Rodolfo Bustos. Criador, jinete, 1960; Rogelio Ordoñez. Arreglador, jinete, 1970; Rolando Miranda. Arreglador, jinete, 1970; Viterbo Navarro. Arreglador, 1970; Wenceslao “Chelao” Abarca. Arreglador, jinete, 1965; Segundo “Don Segua” Tamayo. Arreglador, jinete, 1965; Zenén Vásquez. Arreglador, jinete, 1960; Miguel Balic. Criador, 1970; Ricardo “Callica” Ibáñez. Arreglador, 1965; Ricardo “Champa” Martínez. Jinete, arreglador, 1965; Miguel Lamoliatte. Jinete, criador, 1960; Fernando “Don Feña” Navarro, Arreglador, jinete, 1985; Enrique Pino. Arreglador, jinete, 1975; Gustavo “Tavín” Rey. Arreglador, jinete, 1975; Oscar Bustamante S. Arreglador, jinete, 1965; Samuel Parot G. Criador, jinete, 1980; Luis Ellwanger. Criador, 1990; Mario Aranguez. Criador, 1985; Eduardo Epple H. Criador, 1990; Santiago “Loro” Angulo. Jinete, 1975; Miguel “Nene” Cortés. Arreglador, jinete, 1965; Sergio “Alicate” Bustamante. Arreglador, jinete, 1970; Pablo “Perico” Quera. Jinete, criador, 1970; Pascual Baburizza. Criador, 1980; Ítalo Zunino M. Criador, 1995; Leandro Cortés. Arreglador, jinete, 1970; Hugo Navarro U. Arreglador, jinete, 1980; Gonzalo Urrutia Del S. jinete, 1980.  Ruperto Valderrama Miranda, arreglador, 1960 – 1990; Pedro Alejandro Fuentes Medel, arreglador 1990

V. REGLAMENTO DE LA FEDERACIÓN DE RODEO CHILENO PARA LA CALIFICACIÓN Y OTORGAMIENTO DEL TITULO DE ARREGLADOR MAESTRO DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA; CREACIÓN DE LA COMISIÓN DE ARREGLO, ARREGLADORES Y BIENESTAR DEL CABALLO; Y ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS.

Luis Eduardo Cortés-Rancagua 2019

PRIMERO. CREACIÓN DEL TÍTULO DE ARREGLADOR MAESTRO DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA. La Federación del Rodeo Chileno, sus Asociaciones, su Directorio y Comisiones, establecen como distinción y título máximo a la práctica del oficio ecuestre del Arreglo del Caballo de Pura Raza Chilena de Rodeo y del Movimiento, a la Rienda el título de Arreglador Maestro de la Escuela Ecuestre Huasa, a todos aquellos de sus actuales socios y afiliados que, previamente calificados de conformidad al presente Reglamento, se hagan acreedores a esta honrosa denominación.

SEGUNDO. CREACIÓN DE LA COMISIÓN DE ARREGLO, ARREGLADORES Y BIENESTAR DEL CABALLO. Con la finalidad de implementar esta distinción, y fomentar el arreglo,  créase la Comisión de Arreglo, Arregladores y Bienestar del Caballo de la Federación del Rodeo Chileno, la que estará integrada por a lo menos cinco Maestros de la Escuela Ecuestre Huasa y presididos por quien sea el Secretario General del Directorio de la Federación de Rodeo Chileno (FDN); los que serán electos cada cuatro años en las Asambleas Ordinarias de la Federación de Rodeo Chileno, (FDN), a propuesta de las respectivas Zonas, cuyas  funciones principales de esta comisión serán:  

a)- Avanzar en la recopilación, sistematización, codificación y difusión de los conocimientos y saberes del arreglo, amansa, doma, adiestramiento y conducción propias de la Escuela Ecuestre Chilena. 

b)- Emitir, de oficio o a petición de parte, recomendaciones e informes al Directorio de la Federación sobre dichos temas, como también respecto a la puesta en valor de los mismos, al Directorio, con el objeto de favorecer las buenas prácticas que conduzcan al bienestar del caballo y al más grato, castizo y acampado espectáculo del Rodeo y la Rienda. 

c)- Elaborar y actualizar un Reglamento que contenga los méritos objetivos que deben reunir los Arregladores que opten o se propongan para la obtención de la distinción, título y denominación de Arreglador Maestro de la Escuela Ecuestre Huasa; dentro del cual se contemple, a lo menos, su trayectoria y méritos objetivos respecto a la cantidad, calidad y buen arreglo de los ejemplares que haya trabajado como arreglador. La Comisión tendrá facultades para determinar sus propias normas y para establecer criterios objetivos en el cual fundar sus decisiones. Las disposiciones que adopte en este sentido serán públicas y tendrán vigencia desde su publicidad. Dicho Reglamento deberá ser dictado durante los primeros seis meses de su instalación.

d)- Actuar como jurado en la recomendación fundada que hagan las zonas respectivas y proponer al Directorio de la Federación, a fin de que este discierna el título de Arreglador Maestro de Escuela Ecuestre Huasa. En este punto las resoluciones del Jurado se adoptarán por mayoría de votos y, en caso de empate, decidirá quién actúe como su Presidente. Las deliberaciones serán reservadas.

e)- En oportunidades excepcionales, la Comisión podrá proponer, en una misma oportunidad, que la distinción se dispense a más de un Maestro de la Escuela Ecuestre Huasa.  

TERCERO. PROCEDIMIENTO PARA EL OTORGAMIENTO DEL TITULO DE ARREGLADOR MAESTRO DE LA ESCUELA ECUESTRE HUASA. Para efectos de la propuesta y decisión de nombramiento y designación anual del o de los Arregladores Maestros de la Escuela Ecuestre Huasa, se procederá de la forma siguiente: 

a)-En el mes de marzo de cada año, cada Zona, podrán postular ante la Comisión a que se refiere el artículo tercero del presente Reglamento, un máximo de dos candidatos para obtener la distinción de Maestros de La Escuela Ecuestre Huasa. Toda postulación deberá ser acompañada de los antecedentes necesarios para acreditar la trayectoria y mérito de los propuestos. Estos antecedentes que serán evaluados conforme a criterios absolutamente objetivos por el Jurado. Estos criterios serán entre otros, la trayectoria del postulante en cuanto a su dedicación al arte del arreglo del caballo Chileno, el número de ejemplares destacados en el ámbito del Movimiento a la Rienda y Rodeo que sean fruto de su arte ecuestre, y otros relacionados especialmente con el aprendizaje del caballo de pura Raza Chilena de las funciones o labores propias de las destrezas de campo, el Movimiento a la Rienda y el Rodeo Chileno.

b).- La Comisión establecida en la disposición segunda evaluará las propuestas, en calidad de jurado y hará sus recomendaciones al Directorio.

c)- El Directorio resolverá el otorgamiento de la referida distinción, denominación y título, pudiendo declarar vacante tal nombramiento en el año que corresponde.   

CUARTO. ENTREGA DE TÍTULOS Y RECONOCIMIENTOS. Para los efectos de destacar, honrar y distinguir adecuadamente tanto a los Arregladores Maestros actuales y futuros, como así mismo reconocer los aportes históricos a la formación y consolidación de la Escuela Ecuestre Huasa, se procederá de la forma siguiente:

a). –  Las personas que reciban el título de Arregladores Maestros de la Escuela Ecuestre Huasa, de conformidad a lo dispuesto en la Primera Disposición Transitoria del presente Reglamento, recibirán personal y solemnemente el reconocimiento que así lo acredita, el que será entregado oficialmente durante el curso del Campeonato Nacional de Rodeo más próximo. 

b). – El título del Arreglador Maestro de la Escuela Ecuestre Huasa que se otorgue de conformidad al artículo segundo, será entregado personal y formalmente en ceremonia solemne, preferentemente con ocasión del Campeonato Nacional de Rodeo que corresponda.

 c). – En los casos de las personas a que se refiere el considerando IV, de los que se ha hecho mención histórica, sus nombres serán inscritos de manera solemne en un recordatorio de piedra o bronce que se ubicará en un sitio preferente al interior del recinto de la Medialuna donde tradicionalmente se celebran los Campeonatos Nacionales de Rodeo.

 d).- Las Asociaciones correspondientes a los lugares donde los Arregladores Maestros de la Escuela Ecuestre Huasa se desempeñaren en el país, así como, los que han sido objeto de reconociendo histórico,  podrán, por iniciativa propia, rendir en vida o forma póstuma, similares homenajes.

e).- Las personas que hayan recibido la distinción de Arregladores Maestros de la Escuela Ecuestre Huasa, podrán, por derecho propio, y a título póstumo, ser inscritas en el recordatorio que se indica en la letra c de esta disposición.

f).- Las designaciones y reconocimientos históricos, indicados en las letras a,b y c que anteceden serán publicadas en los medios oficiales de la Federación de Rodeo Chileno (FDN).

Primera Disposición Transitoria

Por este acto se designa como Maestro de la Escuela Ecuestre Huasa, a las siguientes personas; distinción que ellos reciben por su encomiable trayectoria como Arregladores Maestros del Caballo de Pura Raza Chilena de Rodeo y Movimiento a la Rienda:

José Manuel Aguirre Bustamante
Mario Ahumada Núñez                        
Guillermo Barra Leiva
Regalado Jesús Bustamante Barahona
 Oscar Bustamante Calderón                
Rafael Canihuante Varela
Juan Pablo Cardemil Lathrop
Luis Eduardo Cortes Landaeta
Remigio Cortes Palma                           
Ricardo De La Fuente Riveros
Juan Exequiel Dinamarca Ubilla
Pedro Donoso Cornejo
Manuel Fuentes Alarcón
Rubén González Rodríguez                  
Leonardo Guajardo Meléndez           
Orlando Guzmán Fritz René
Juan Carlos Loaiza Mac – Leod
Oscar Rene López Cornejo
Julio Cesar López Peñaloza
Luis Miguel López Peñaloza   
Luis Morales Tapia       
Alfredo Muñoz Palacios              
Alfonso Navarro Urbina        
José Manuel Pozo Luco
Francisco Rey Castañeda       
José Manuel Rey Poblete
Ricardo González Silva                             
Tulio Segundo Garrido
Eduardo Tamayo Órdenes  
Mario Tamayo Órdenes
Sergio Tamayo Órdenes                       
Adán Urbano Martínez 
Juan Valderrama Heisse       
Mario Valencia Valencia                     
Alberto Vargas Roco
Nelson Vega Melo 
Horacio Vilches Ríos                             
Juan Carlos Villarroel Segovia
Luis Alberto Yáñez Celis                       
Vicente Yáñez Celis                                
Juan Bautista Zúñiga Bastias

Segunda Disposición Transitoria

Se efectúa por este acto la designación de la primera Comisión Permanente de Arreglo, Arregladores y Bienestar del Caballo de la Federación del Rodeo Chileno, la que estará integrada por los siguientes Maestros de la Escuela Ecuestre Huasa: 

José Manuel Aguirre Bustamante 

José Manuel Pozo Luco 

Ricardo de la Fuente Riveros 

Juan Pablo Cardemil Lathrop 

Alfonso Navarro Urbina

GLOSARIO DE TÉRMINOS USADOS EN ESTAS NORMAS REGLAMENTARIAS.

A media uña: hacer galopar y evolucionar en círculos, un potrillo o potranca en amansa, sujeto por el amansador de a pié, con una cuerda o cabestro largo ojalado de la jáquima o bozalillo, de manera que vaya tendiendo o inclinando su vertical hacia el centro, pisando con la mitad interior de las manos y la patas derechas (del lado del montar) o izquierdas (del lado del lazo).  

Abriendo y cerrado puertas: manso y sereno, sin alborotarse en la ejecución de las faenas del campo, abriendo y cerrando las puertas de potreros, corrales y pesebreras sin que su jinete deba desmontarse.

Acollerado: en collera, en equipo de a dos jinetes huasos.

Al pié: dícese del potrillo o potranca aún no destetado, que no se aparta de su madre.

Amansa: proceso dedomesticar, o dejar amansado un caballo, que consta de dos fases la primera de a pié y la segunda, montado en él.

Amansa de abajo: proceso de amansar un caballo de a pié, antes de ponerle la montura y el bocado.

Amansa de arriba: equivale a la doma propiamente tal en su acepción huasa. Es decir, cuando al caballo ya manso de abajo,se lo ensilla y emboca.

Andares: los aires naturales del caballo, marcha, trote y galope que puede ser corto o tendido.

Apañado: suave, afelpado, entregado, con evoluciones continuas, naturales y cómodas, sin sobresaltos.

Apehualar: sostener el tirón de un vacuno laceado, y mantener tieso el lazo, que va ojalado a la argolla o pehual que pende de las mancorneras de las cinchas o barrigueras de la montura.

Arreglador: adiestrador de caballos, el que le imparte y lo sujeta a normas o reglas de conducción.

Arreglo: proceso de adiestrar un caballo.

Arreglo de la boca: parte fundamental deladiestramiento orientado a que el caballo tome o adopte el bocado y obedezca las instrucciones que se le dan con las riendas, con bienestar y naturalidad, sin daño a la sensibilidad de sus dientes, lengua, encías y quijadas.

Atajada: detener un novillo con nitidez en una parte definida de su tronco.

Atajador: que ejecuta con perfección técnica la atajada.

Atinado: sensato, sin locuras, que ejecuta continua y naturalmente lo que se le ordena e instruye a través de las ayudas del jinete.

Bien arreglado a la boca: dícese de un caballo blando, dócil, que obedece con rapidez y sin protestas, a las ayudas de la mano y las riendas del jinete, sin que el bocado lo dañe o perjudique, en todas las faenas que ejecuta.

Buen temperamento: activo perosereno, noble, alerta, tranquilo, que no evidencia enojos, ni en la enseñanza, ni en el trabajo.

Blando de boca: equivale a bien arreglado de la boca. Entregado de la boca. En contacto alegre con las riendas. Distinto a duro de boca, al sin boca, imposible de conducir, o al falso blando o blando/duro, que aparenta lo primero, pero en velocidad pierde la boca.

Boca babosa: dícese de un caballo que echa abundante saliva blanca y espumosa, como reacción al bocado. Es señal de que lo ha tomado bien y no está herido ni con machucones causados por el freno.

Boca espumosa: equivale a boca babosa. Un tono rosáceo de la espuma alerta sobre algún daño o herida de la boca que se debe subsanar.

Boca Hecha: es faena de arreglo de la boca bien terminada. El caballo aceptará su frena o freno y en cualquier momento podrá volver a la guatana o riendero, como descanso.

Buena boca: equivale a bien arreglado a la boca y blando de boca.

Caballo maestro: caballo apto para la alta competencia del movimiento a la rienda y la corrida de vacas y para el servicio del campo.

Chamanto: es prenda de gala del huaso. Es un poncho de seda, hilo o lana finísima, de doble faz, con cuatro campos, tres labores de diseños y guarda. Seguramente la voz es un compuesto de la palabra española manto y la palabra indígena chamal.

Chicotera: es la fusta huasa que siempre vá ojalada a la argolla de las riendas. Se llama también penca, ramal, azotera, chicote o correón.

Colgado: atado por el cabestro de la jáquima a una argolla alta, a la altura del moño del caballo.

Corridas de vacas: es una de las dos disciplinas reglamentadas del Rodeo Chileno, derivada de la faena de la aparta, (la tarea del rodeo consistía en la rodeada de los animales de los campos, y la aparta de ellos, para diversos fines en los corrales).  Correr en vacas significaba que una pareja o collera de jinetes huasos apartara, atajara y condujera, desde el apiñadero hacia las puertas del corral, generalmente redondo, una res, en sociedad de a dos, es decir, “haciendo una Vaca o baca”. Por eufonía la voz derivo a correr en vacas, correr vacas y corridas de vacas. Al corral redondo, segmentado por el apiñadero, se denominaba medialuna. El deporte derivado de esas faenas está perfectamente reglamentado por la Federación Deportiva del Rodeo Chileno.

Corralero: dícese del jinete y del caballo participante de los rodeos y corridas en vacas o corridas de vacas.

Coscoja: Elemento metálico de forma tubular y cilíndrica levemente mas angosto en sus extremos, utilizado en barbadas de los frenos chilenos.

Cuerdeado: caballogalopado y trabajado como se indicó en la expresión a media uña.

De buenas vueltas: dícese del caballo que gira y vuelve o revuelve con rapidez, precisión y sin perder el eje a ambas manos, puesto en las patas y sacando la mano que corresponde.

De Corrales: equivale a corralero.

De Vacas: equivale igualmente a corralero o de corral.

Desprendido: es relajado natural, sin estresarse ni alborotarse.

Doma: es la acepción huasa de la amansa de arriba, teniendo presente que en las escuelas europeas, la expresión doma equivale a todo el proceso de adiestramiento.

Docilidad: buena disposición para aprender. Buena aptitud.

Encachado: buena aptitud y disposición de servicio. La cacha o cabo de una herramienta, cuchillo o arma de fuego es la que permite su uso adecuado al fin de la misma; por analogía un caballo encachado es el que sirve bien, es útil.

Enfrenado: es una fase del arreglo considerada fundamental, puesto que en ella el caballo debe aceptar, tomar y obedecer un freno o frena de metal en la boca, desde la cual será tomado y conducido.

Enfrenar: proceso del enfrenado.

Enlazar: equivale alazar o lacear. El lazo de cuero torcido o trenzado de diferentes largos o brazadas, es apero fundamental en las faenas ganaderas del huaso chileno y todos los jinetes americanos.  Fue avío de la escuela jineta. Es un apero que debe portarse reglamentariamente tanto en el rodeo como en el movimiento a la rienda.  

Entrar las patas: rayar, parar en raya un caballo, desnalgar. Consiste en detener súbitamente un caballo de tal manera que este se siente sobre sus patas traseras, dejando una doble huella paralela y perceptible en la pista. Es ejercicio del movimiento a la rienda.

Escaramucear:  Es voz antigua para el movimiento a la rienda. Su origen bélico y propio de la escuela jineta, es evidente. 

Escuela: conjunto de enseñanzas, principios, sistemas con maestros y aprendices.

Filete: bocado de metal muy simple, con patas largas, derivado de la escuela ala brida, que actúa sobre las comisuras del caballo.

Frena: bocado chileno con mueso que actúa sobre el paladar del caballo, derivado de la escuela jineta. En Sudamérica se le conoce como freno mulero o chileno.

Freno de pontezuelo: frena con un puente, puentecillo o pontezuelo que une sus dos extremos y actúa como un protector de los belfos y dientes del caballo.

Guaso: antigua denominación del huaso, jinete rural chileno típico.

Guatana: bocado de soga, suela, o cuero con que se inicia la embocadura del caballo. Se envuelve sobre la lengua a la mandíbula inferior y se asegura a los tirantes del bozalillo.

Hacer el ocho: ejercicio del movimiento a la rienda que consiste en dibujar un ocho en la pista con el caballo en movimiento, a toda velocidad de tal manera que, en cada cruce de círculos, tenga que cambiar la mano de avance y la posición de las patas.

Hacer la boca: proceso de dejar un caballo con buena boca, con su boca hecha, arreglado de la boca.

Hecho (un caballo): terminado, completo, apto para el trabajo y la competencia.

Huasa: costumbre, cultura, sabiduría, forma de ser, modo propio del huaso y del huaserio. 

Huaso: jinete campesino típico y característicos de la ruralidad chilena. Equivale al gaucho argentino y uruguayo, al gaúcho brasileño, al charro mexicano, al llanero colombiano y venezolano y al vaquero o cowboy del oeste norteamericano.

Jáquima: avío para tomar y conducir un caballo de la cabeza, sin bocado. Es voz de origen ecuestre árabe.

Jinete huaso: huaso de a caballo. En las competencias de rodeo y movimiento a la rienda y en el trabajo agropecuario.

Lazo: apero de ensalzar o lazar. Este apero es de cuero, pudiendo ser trenzado o torcido.

Liviano de manos: rápido para sacar la mano derecha, cuando evoluciona el caballo hacia el lado del lazo (o de la lanza); o la mano izquierda, cuando evoluciona hacia el lado del montar.

Liviano de sangre: simpático, agradable a la vista en su estampa, andares y movimientos.

Manea: apero que consiste en una lonja ancha de cuero con dos botones y ojales para trabar las manos o patas del caballo, cuando el jinete esta desmontado y ocupado en otros menesteres. Es de uso reglamentario para el huaso en competencia de rodeo o movimiento. Va colgada siempre de algún tiento de la montura o silla.

Mansedumbre: tranquilidad, entrega del caballo.

Manso de cabestro: que se puede conducir, llevar o traer un caballo de la cuerda, tiento, cabestro o lazo que se abrocha u ojalá a la jáquima.  Es señal que ha terminado la primera fase de la amansa.

Manso de montura: que el caballo puede ser conducido, llevado y traído, montado en el con tranquilidad y mansedumbre. Es señal que ha terminado la segunda fase de la amansa.

Mañas: vicios, resabios, malicias del caballo, generalmente adquiridas por una mala amansa o arreglo.

Movimiento a la Rienda: disciplina de las competencias de rodeo chileno, con ejercicios perfectamente reglamentados y puntuados que evidencia el buen adiestramiento o arreglo del caballo. Equivale, con variantes, a la doma vaquera española y algunos ejercicios del jaripeo charro. También a las competencias de rienda gauchas y al reining.

Poncho: prenda de abrigo americana, tejida a telar clásica. La chilena, de lana de oveja, guanaco o vicuña, va generalmente con guarda sin flecos. Es apero insustituible para el huaso.

Postura: Buena posición del caballo en el galope, en el topeo o en la corrida de vacas. En esta última, puesto en las patas y avanzando con el cuello sobre el novillo, manteniendo el contacto de uno de los pechos con aquel y sacando las patas, de manera que la costilla del caballo va siempre distante de la res.  

Puesto en las patas: la escuela chilena trabaja mucho los posteriores del caballo, que van siempre recogidos como un resorte. Puesto en las patas es un caballo que muestra claramente esta disposición, característica en las pinturas de las jacas españolas de los grandes pintores del siglo XVI y XVII.

Resabios: equivale a vicios, mañas, o defectos o malas costumbre legados por amansa defectuosa.

Reunido: recogido, bien coordinados los posteriores y anteriores del caballo, que son su motor y su dirección, de tal manera que puede ser conducido con potencia, eficacia y objetivo claro.

Riendero: bocado que consiste en tres o más piezas de metal, generalmente ochos, flexible y articulado.

Rodeo Chileno: es el deporte reglado nacional chileno que se desarrolla a lo largo del país, regido por varias federaciones, asociaciones y clubes. Consta de las competencias de corridas de vaca y movimiento a la rienda.

Sacado (un caballo): arreglado completamente y en condiciones de competir y trabajar sin problemas.

Terno de Riendas: son las tres piezas u elementos que componen: las cabezadas, las riendas y la chicotera, en el avío o apero de montar huaso.

Tientos: jirones, tiras, lonjas o filamentos de cuero que se sacan del vacuno u otro animal para fines de talabartería. Pueden ser crudos o curtidos y usados para coser, trenzar o torcer. Equivalen a las sogas del gaucho.

Tirones, tironear: recoger un caballo con brusquedad, sin continuidad, con una o dos riendas. Se dice que el tironea tiene la mano pesada. La mano liviana, por el contrario, es mantener un contacto alegre, suave y continuo con la boca del caballo.

Tomar el freno: que el caballo acepte el freno de metal sin daño ni incomodidad.

Topeo: hacer que el caballo corra con postura sobre un novillo manso y más bien lento. La topeadura o topear fue también destreza de jinetes que luchaban uno con otro, poniendo un pecho de su caballo con el contrapuesto de su adversario, para sacarlo de la línea, o la vara.

Troya: ejercicio del movimiento a la rienda que consiste en dibujar un circulo con las manos y patas del caballo, tanto a la mano del montar como a la del lado del lazo. El caballo va sacando siempre primero la mano del interior del círculo.

Vaquero: caballo con sentido resero, con cow-sense, aptitud fundamental, carácter adquirido del caballo chileno, que es el vaquero más antiguo y distinguido de américa.

Vicios: equivale a mañas, resabios, malas costumbres del caballo. Generalmente adquiridos por una deficiente amansa y arreglo.

Volapié: ejercicio del movimiento a la rienda que consiste en hacer entrar las patas del caballo a toda velocidad y girarlo sobre una de ellas, ante que termine de rayar.

Vuelta sobre parado: es la vuelta y revuelta que hace un caballo conducido por su jinete en el movimiento a la rienda, girando sobre sí mismo, con eje en unas de sus patas.

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