El Rodeo y su Historia
en el documento más completo y acucioso

En este primer Tomo de la Historia del Rodeo Chileno, se relata la llegada los caballos a América y a Chile con los conquistadores. Su posterior crianza, el nacimiento del huaso, el Stud Book de la Raza Chilena y el deporte del rodeo hasta llegar al criadero Aculeo.

“Siguiendo la huella de los caballos”

Introducción

    Iniciamos esta difícil tarea de dar a conocer cómo se gestó y desarrolló el deporte del “rodeo chileno”,  para lo cual creemos necesario informar primero como llegaron los caballos a América y después al país,   también la formación de sus jinetes y el  ancestro berebere-español de los caballos y el nacimiento de la rienda.

   Hemos heredado de nuestros antepasados todos los gustos por los deportes ecuestres y las condiciones de excelentes jinetes.

   Han pasado 500 años desde la llegada de Europa de jinetes y caballos, parece increíble que en el año 2010 la afición por el rodeo siga creciendo cada vez más, en un mundo absolutamente distinto al inicial del descubrimiento y conquista de Chile por los españoles, en este punto radica su riqueza.

   El rodeo es heredero de las más ricas tradiciones de culturales del campo chileno, lo que ha permitido la continuidad y uso práctico del caballo, la conservación de los artesanos y sus trabajos huasos.

    Artesanía  heredada de la enseñanza de  los jesuitas en la confección de  estribos, riendas, espuelas, frenos; la influencia andaluza en la ropa huasa y sombreros; la incaica en las mantas y chamantos; los cuales han ido evolucionado a través de las épocas según el gusto de algunos huasos, que las hacen populares y se transforman en “modas” pero lo más importante es que el rodeo ha hecho perdurar a través de los siglos, una cultura rural campesina en la forma más pura y auténtica.

  Para ubicarnos exactamente en cada época y su tiempo,  haremos una sucinta referencia como era este país antes de su descubrimiento y su desarrollo futuro político, económico y rural.

 Es la intención y destino de esta publicación la de ubicar al lector en cada época de nuestra historia,

y las transcripciones escritas se han hecho respetando el idioma y ortografía original de cada artículo y publicación, para ofrecerlos absolutamente fidedignos.

 Esperamos que el lector se compenetre en sus sentimientos y realidades históricas, de esta manera valorizar el presente, y lo más importante asegurar la entrega de este precioso legado a los futuros chilenos y huasos que aún no han nacido.  

 Esta historia del rodeo está basada en referencias  reales, por lo cual se ha extendido en los documentos originales de manera que el lector identifique plenamente el momento y lugar donde  se desarrollan los hechos.

 Esta no es la lectura del punto de vista personal del autor, es la historia del punto de vista de todos los actores que la vivieron, razón por la cual del mismo hecho damos distintas versiones, para que el lector juzgue y arme su propia realidad de lo que se le presenta ante sus ojos.

 El rodeo nace y se forma a partir de caballos y de jinetes, por lo cual es necesario conocer plenamente las dificultades, aciertos y forma de actuar de los hombres que formaron esta nación, de  los cuales somos descendientes los actuales habitantes del país.

  Esta no es la acción pasada de españoles conquistadores e indios conquistados, es la vida que se formó a través de la mezcla de ellos formando una nueva raza, la chilena.

 Lo que vivieron nuestros antepasados es lo que forja al jinete y caballo actual, su amor por cabalgar, su instinto innato de perseguir y rodear animales, gritando, con bulla, con pasión, con desenfreno, con inconciencia muchas veces, sin medir las consecuencias físicas  de su actuar en la medialuna, su pasión es a veces incontrolable.  Jinetes que se accidentan una, dos, tres y muchas veces más, que todo su entorno le recomienda no volver  a correr, pero al poco tiempo los vemos nuevamente en la cancha, casi despreciando su destino, ese es el “huaso”.

 Su aprecio por poseer un caballo “arreglado”, armar “ramadas”  y carpas para descansar durante los días que acontece la ejecución del rodeo, es herencia netamente “beduina”, en que el jinete y su familia comen al lado, casi afirmados en los caballos, ambos descansan y comen al mismo tiempo, igual que en el desierto Africano hace mas 3.000 años atrás.

  Es inexplicable para cualquier persona que  observa de lejos, ver como una familia que lleva una vida netamente de ciudad, totalmente urbana, los fines de semana  en que asisten marido, mujer, hijos e hijas, parientes y amigos al rodeo, se transforma ésta en campesina-huasa absolutamente, soportando moscas, olores distintos, salubridad escasa, y come, disfruta, conversa feliz, jamás un reclamo de ninguna especie y al abrigo de los camiones que trasportan sus caballos corraleros, fardos y enseres.

    Esa misma familia en la noche después del rodeo y su  vida siguiente, jamás soportaría ni el 10 % de esas incomodidades, el amor por el deporte-huaso es tan grande que se hace omisión de cualquier dificultad.  Y estamos hablando de medialunas dentro de las ciudades, en que solo una reja separa el mundo urbano del recinto propio del rodeo, o sea en solo unos metros nos transformamos en personas distintas y el ancestro campesino brota como una vertiente solo al sentir y escuchar el tañido del arpa o la guitarra,  el bramido de novillos y relinchos de caballos, ahí estamos en nuestra “salsa”, en medio de un mundo que ojalá nunca terminara.

  El desarrollo de este impreso está basado en referencias de escritos de autores famosos y reconocidos historiadores, lo que para mejor comprensión del lector, insertamos textos originales, en lo que tenga relación con la llegada de los españoles y sus caballos a América, agricultura, crianza y la formación de jinetes y el rodeo antiguo.

  El rodeo como deporte se inicia en 1860, luego en 1927 se publica una reglamentación al respecto, y en 1949 ya nacida la Asociación de Criadores de Caballares se publica una nueva reglamentación más moderna que es la que se usa en los Campeonatos Nacionales de rodeo a partir de Abril de 1949.

 En 1960 nace la Federación de Rodeo y un perfeccionado Reglamento que es la base del actual.  

 Por lo tanto hemos ordenado este trabajo por épocas.

 Primero: una reseña del caballo y de la equitación berebere de tanta influencia en la nuestra, y algunos tipos de caballos de excelencia de España del siglo XV.

 Llegada a América de Colon con los descubridores y conquistadores con sus caballos.

 Segundo: El virreinato del Perú porque de ese lugar salieron los caballos al descubrimiento y conquista de Chile.

 Tercero: Don Diego de Almagro, Don Pedro de Valdivia, don García Hurtado de Mendoza, don Gabriel Cano y Aponte, don Ambrosio O’higgins que son los gobernadores españoles que más influencia tuvieron en relación a nuestro tema.

 Cuarto: Famosos  padres jesuitas y naturalistas extranjeros que vinieron a Chile y dejaron plasmada su idiosincrasia campesina en cuadros, dibujos  y numerosos escritos.

Quinto: El rodeo en las haciendas coloniales.

 Sexto: El caballo del siglo XIX e inicios del rodeo como deporte.

 Séptimo: Registro genealógico y familias caballares.

 Octavo: El rodeo, jinetes, arregladores, criadores, del siglo XX.

 Noveno: Fundación Directorio Asociación de Criadores de Caballares en 1946 e inicio de los campeonatos nacionales en 1949.


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